El personal del hotel muy muy amable, y sin problemas con el idioma, la mayoría hablaban español. Tal vez deberían cuidar más las zonas comunes, sobre todo la piscina, esta muy bien para darse un chapuzón, pero el jacuzzi no funcionaba y la piscina necesita una limpieza, las juntas entre algunas baldosas estaban negras. El desayuno bueno, con variedades de pan y fiambres, así como salado y dulce. A un kilómetro del centro de Ponta Delgada, se hacía andando perfectamente.