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El establecimiento está dentro de una zona comunitaria cerrada sin ningún tipo de indicación, encontrarlo es una odisea. La playa indican que està a 300 metros pero tienes que dar un rodeo andando de más de 20 minutos. La persona que nos recibió fue maleducada, con una pésima atención y grosera. El aire acondicionado lo controla dicha persona y te permite usarlo cuando quiere. Un lugar muy ruidoso ya que el comedor està justo delante de las habitaciones. Sin duda un establecimiento nada recomendable. La persona que nos recibió tuvo la desfachatez de entrar dentro de la habitación aprovechando que habíamos salido y nos desconectó la nevera para que no gastàsemos electricidad.
Carlos
Viaje de 1 noche en familia