7 hoteles para disfrutar

Sentosa, Singapur 

Hay hoteles en los que podrás disfrutar del agua sin mojarte. Las 11 suites Equarius Ocean de Resorts World Sentosa permiten admirar la fauna marina tropical bajo el agua desde la comodidad de la habitación. Cada suite está diseñada como una casa de ciudad de dos pisos con patio privado y jacuzzi en el piso superior. Si te dan ganas de vivir una aventura en el agua después de observar a los seres marinos, el resort ofrece prácticas de buceo, así como un parque acuático con emocionantes toboganes y un río lento. 

Tokio, Japón 

Hotel Chinzanso Tokyo es famoso por sus jardines de 700 años de antigüedad que ostentan un templo, un salón de té y una zona con cerezos. Sin embargo, lo que hace de este hotel un oasis urbano es su "onsen", una bañera de madera con aguas termales que provienen de las fuentes naturales de Izu e Ito, en la prefectura de Shizuoka. Este hotel es muy elegido en primavera para el "hanami", la tradición de observar las flores, y en otoño, cuando las hojas cambian de color, mientras que, en verano, su vegetación frondosa ofrece un respiro ante el calor. 

Londres, Inglaterra, Reino Unido

Diseñado para asemejarse a un crucero de lujo atracado en el río Támesis, Sea Containers London es un elegante hotel contemporáneo que aprovecha al máximo su codiciada ubicación en South Bank como ningún otro hotel en la ciudad. Si bien la temática acuática está presente en cada rincón, se nota sobre todo en el amplio e iluminado Agua Bathhouse & Spa, que se encuentra por debajo de la línea de agua y se anuncia como un paraíso con diferentes salones de relajación y una gran gota de cobre que también te encantará. En tierra firme, los londinenses se reúnen después de su jornada laboral en Lyaness, el galardonado bar de cocteles a cargo de Ryan Chetiyawardana, el barman más condecorado de la ciudad, para degustar bebidas artesanales con vista al río.

Johannesburgo, Sudáfrica 

Ubicado sobre un volcán extinto en las afueras de Johannesburgo, al borde del Parque Nacional de Pilanesberg, The Palace es uno de los hoteles más lujosos y excepcionales de Sudáfrica. El paisaje selvático con arroyos, cascadas y albercas es espectacular; sin embargo, el parque acuático familiar del hotel es la verdadera sensación. The Valley of Waves ofrece toboganes, tirolesas y una alberca de olas, que es el atractivo principal. También hay muchas opciones de diversión para adultos, como un lujoso spa con albercas de hidroterapia y tratamientos marinos que incluyen envolturas corporales de algas. 

París, Francia 

Con una tórrida historia como ninguna otra, Les Bains abrió sus puertas como casa de baños privada en 1885 para después convertirse en un emblemático club nocturno a finales de los años 70. Este lugar, considerado como una sucursal parisina de Studio 54, acogió a artistas como David Bowie, Mick Jagger y Andy Warhol, y también sirvió de escaparate para el talento del joven Philippe Starck. Durante los años 90, Naomi Campbell, Michael Hutchence, Linda Evangelista y Karl Lagerfeld visitaron este club. Hoy en día, este emblemático sitio es un encantador hotel boutique. Algunas de sus habitaciones cuentan con un baño turco, como referencia al pasado de la propiedad, y también tiene un famoso spa y una alberca de vitalidad. 

Dubái, Emiratos Árabes Unidos

Además de ser una maravilla de la arquitectura moderna, este hotel está repleto de lujo. Con su propia playa de arena blanca, bares junto a la alberca, spa y albercas privadas en sus habitaciones de lujo, siempre encontrarás una opción para escapar del calor. Gracias a su excelente ubicación, entre las aguas turquesas del golfo Pérsico y el paisaje futurista de Dubái, solo tendrás que decidir el lugar para disfrutar de la increíble vista.

Nueva York, Estados Unidos 

Si bien disfrutar del paisaje de Manhattan no es algo que esperarías en una escapada de glamping, en Collective Governors Island, esto es justo lo que obtendrás. Este hotel de lujo tiene 30 elegantes tiendas para huéspedes en una bucólica isla de 70 hectáreas, a solo ocho minutos en ferry de Lower Manhattan. Podrás pasar la mañana explorando el Met, el MoMA y otros lugares de interés cultural de Manhattan para después regresar a la isla y pasar la tarde andando en bicicleta y haciendo un picnic, y, por último, disfrutar de una estancia tranquila que te hará olvidar que estás en la ciudad.