Deben tener claro que todo lo que leen es cierto: es un sótano, frío, ruidoso y los baños están llenos de moho y no muy limpios (eso a mi parecer es lo peor). No esperen ninguna clase de soporte u atención, tuve un problema y no era posible cerrar la puerta de mi estudio, los contacté y hasta la fecha no he tenido respuesta al respecto (tuve que dormir una noche con la puerta abierta, yo misma terminé arreglando el problema).
En lo positivo, la cama es cómoda, el internet y Netflix funcionan bien. El estudio está ubicado cerca al centro y es posible encontrar muchos restaurantes, bares y tiendas a corta distancia, también hay buen acceso a transporte público; en los servicios no se menciona pero mi estudio tenía secador. Creo que no volvería a hospedarme allí, pero no fue una tortura.