Es pequeño, tiene mucha independencia y es familiar, pero con la habitación amplia, el desayuno es en una cafeteria muy cerca .Zona a 5 minutos de metro, autobuses, tiendas y restaurantes. Carolin habla español ,me recibio en el portal y me consiguio una reserva y unas entradas. La verdad contando con lo prepotentes que son los romanos Caroline y Eugenio son un oasis en una ciudad tan bulliciosa.