10/10
Excelente alojamiento en la ciudad medieval, cuidado al detalle, pocas habitaciones, lo que crea un ambiente más íntimo y relajado. La sensación de estar como en casa perfectamente atendido. Las chicas a cargo del hotel nos han recibido con los brazos abiertos y se han preocupado enormemente por ayudarnos en lo que pudiéramos necesitar. Tienen una calidez humana y amabilidad extraordinarias. Además de demostrar una profesionalidad digna de admirar. Siempre tenían un detalle que ofrecerte. La habitación en la que hemos estado es preciosa, dotada de todo lo necesario y todo funcionaba a la perfección. Y el desayuno impresionante. Un muy abundante abanico de productos frescos típicos del lugar, preparados al momento de forma casera y servidos en una preciosa terraza. Muy abundante
Laura
Viaje romántico de 4 noches