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No hubo check in, no sabían que una familia llegaba esa tarde, con el retraso que nos causó. Pudimos entrar gracias a que una pareja que entraba nos dio los códigos de acceso, la persona que nos indicó donde estaba la llave no trabajaba allí, según él. Si resolvimos algunos asuntos fue gracias a que Expedia intermedió. No hubo check out. No se disculparon en ningún momento de forma personal. El poco contacto con ellos mediante SMS. Por último y como guida del pastel, el día que lo dejamos por la noche, una fiesta Hard-core, cuyos subwofer retubaban de tal manera que el dormir os podéis imaginar como fue. En fin instalaciones perfecta, pero su profesionalidad deja mucho que desear.