Me hospedé en el Hotel Lleras Express y puedo decir que tiene una muy buena ubicación si lo que buscas es rumba y vida nocturna, ya que está en pleno corazón de El Poblado, rodeado de bares y discotecas. Sin embargo, esta misma ventaja se convierte en desventaja si deseas descansar, ya que el ruido de la calle se cuela fácilmente por las ventanas durante la noche.
Las camas me parecieron un poco duras y las almohadas están forradas con plástico, lo que hace que la funda se deslice durante la noche, causando incomodidad al dormir. El baño es bastante pequeño, aunque el aseo de la habitación en general fue bueno.
El desayuno está incluido, pero el comedor es demasiado pequeño para la cantidad de huéspedes, por lo que en ocasiones hay que esperar o salir a buscar otro lugar cercano para desayunar. Afortunadamente, hay muchos restaurantes, supermercados y farmacias cerca, además de una estación del metro que facilita el transporte.
En resumen, es un hotel funcional y bien ubicado para quienes van a disfrutar la vida nocturna de Medellín, pero no lo recomendaría si lo que buscas es tranquilidad y confort para descansar.