8/10
Hotel rural de clase superior, moderno con habitaciones amplias y con vistas a los viñeros. Es una pena que no tengan un programa de visitas a sus bodegas. Solamente se limitan a probar 6 de sus vinos diferentes en su enoteca.
El restaurante, decorado de muy bien gusto, ofrece unos menus gastronomicos y la calidad de los platos es excelente como esta también el servicio.
En nuestra habitación nos faltaba una plancha y albornoces/chanclas) para ir la maravillosa piscina.
Queremos añadir que en este clase de hotel echamos de menos una sala de fitness y un spa.
En total, este hotel es muy buen hotel y merece su estancia principalmente por su posición, su restaurante gastronómico y la gentileza de los empleados.
Erik
Viaje romántico de 1 noche