Somos clientes frecuentes y aún así nos tratan como si fuese la primera vez que vamos. Llenando hojas de registro y pidiendo nuevamente los datos fiscales. El hotel en general muy limpio, y tranquilo.
Otro aspecto es que, quisimos jugar billar y en el momento que deseamos usarlo se veía desocupado, el mesero nos dijo que estaba ocupado… las personas estaban comiendo. Cuando nos vieron llegar al billar, en lugar de prestárnoslo un momentito, fueron corriendo con comida en sus manos y nos dijeron que “era de ellos” y nosotros amablemente nos retiramos. Podrían ofrecer cupones de tiempo gratuitos (ya incluida con la estancia), y si quieren seguir usándolo, ir por otro cupón… si hay más personas. Permitir que jueguen por tiempos.
Variedad de comida en buffet y deliciosa.
Últimamente la piscina ha estado helada… un señor mayor de edad estaba sufriendo de lo fría que estaba que se tuvo que salir a los 5 minutos. Antes siempre estaba caliente el agua de la piscina, no entiendo ni me gusta ese cambio.
El gimnasio tenía bicicletas desconectadas y no se podía usar la pantalla para verificar pulso, etc.